Lo mismo sucede con el color de los interiores y exteriores del vehículo.

Se requiere un color homogéneo a lo largo de su producción, los cuales típicamente cuentan con un color patrón que se emplea como referencia.

Plásticos. La producción del plástico impone un reto al momento de calibrar y controlar el proceso de extrusión a efecto de lograr una producción homologada en el color del producto.

Producción de papel. Quién no se ha topado con publicaciones cuya “blancura” varía a lo largo del mismo libro o publicación. Son situaciones se evidencia que el concepto de “blancura” es muy amplio.

Alimentos. La coloración en la producción masiva de un tipo de alimentos (ya sea confituras, café tostado, cereales, frutas o vegetales) tiene un impacto directo en la aceptación por parte del consumidor final.

Le invitamos a consultarnos, para evaluar cómo podemos ayudarle en aplicaciones estrictas en el control de color, y en aquellas situaciones en las que la coloración del producto es importante en la percepción por parte del consumidor.